Jesús llamó y encomendó a su Iglesia a participar en la misión de Dios de redimir y restaurar a toda la creación. En su ministerio, Él compartió el amor de Dios a través de sus palabras, sus hechos y su carácter, y buscó la transformación de las vidas de las personas que conoció de las maneras en las que más lo necesitaban.

A algunas las sanó, las alimentó, y a otras les habló sobre aquello que no estaba bien en sus vidas. Su ministerio nos muestra que la misión es integral.

Los Ministerios de Atención Comunitaria son las múltiples acciones iniciadas por las personas del Cuerpo (Iglesia) para cuidar del “Bienestar” y del “Desarrollo” de la comunidad a su alrededor. Cuidar del “bienestar” significa ir en ayuda o socorro de las personas en situación de vulnerabilidad en la comunidad para que tengan algún amparo emocional, material y espiritual. Cuidar del “desarrollo” significa despertar en la comunidad sus propias capacidades, haciendo aflorar su potencial que les permita transformar y mejorar su estilo de vida.

Los Ministerios de Atención Comunitaria están diseñados para motivar, movilizar y capacitar a los soldados, adherentes y otros voluntarios para llevar a cabo eficazmente la comisión de Cristo de cuidar y promover el desarrollo de las personas.

Ministerio de Atención Comunitaria